Todas nosotras tenemos un tigre adentro que actúa como conejo: no quieren que lo cazen, pero si el cazador no aparece sale a curosear.
Para equilibrar un poco con la entrada anterior, nosotras también tenemos momentos en que nuestro tigre de adentro se comporta como el conejo.
Porque la verdad es que a todas nos pasa,
melimeliramos@yahoo.com.ar